1. Después de haber puesto la caña en agua por unos minutos, coloca la
caña en tu boca con tus labios sobre el hilo y sopla.
2. Da un soplo de aire suave, debería producir un DO pianissimo.

3. Aumenta la presión del aire para producir un sonido más fuerte con el DO
y que produzca una octava más. El sonido tiene que producirse
gradualmente, o sea dos dos sonidos a la vez en octavas.
4. Si hay varios sonidos "feos" presentes, la caña está demasiado abierta y
fuera de control. El sonido tiene que sonar limpio.
5. Si la caña suena más aguda que un DO o DO sostenido, será imposible
tocar el oboe en el tono adecuado. (Tocarás sin control en dinámicas y
alto en afinación, es algo que no podrás evitar).
6. Si la caña suena más bajo que un DO, quiere decir que está inestable,
tendrás que usar más embocadura y morder la caña para subir el tono y,
por lo tanto, probablemente tocarás fuerte porque estás mordiendo, y sin
control (la inestabilidad de la caña no te dejará tener control sobre
dinámicas, entonación y producción de sonido).
7. Entonces lo primordial es que la caña suene en octavas dos sonidos DO
y que la abertura de la caña no sea ni muy cerrada ni muy abierta.
8. Un ejercicio para saber si la caña tiene una buena afinación es que
mientras produce sonido, sacar la caña hasta llegar a no más de una
tercera menor. Esto nos asegura que la caña es lo suficientemente
flexible para poder controlarla. A esto se le llama, piso de entonación.